La súbita destrucción de una pequeña y estúpida idealización.
Has exorcizado tu radiante invisibilidad,
Has exorcizado tu radiante invisibilidad,
Yo te convertí en materia.
Así como pude crearte, puedo también destruirte.
Puedo girarte hacia ambos lados.
Por fin puedo ver tus [no]principios y tus finales.
Náusea.
Hipocresía.
Reconozco tus orígenes.
Ya nada es ciego.
Se han desvanecido tus huellas.
No existe mirada que pueda tajar este universo.
Te has evaporado.
Ya ni siquiera retengo tus recuerdos.
Soy libre.
Por fin puedo ver tus [no]principios y tus finales.
Náusea.
Hipocresía.
Reconozco tus orígenes.
Ya nada es ciego.
Se han desvanecido tus huellas.
No existe mirada que pueda tajar este universo.
Te has evaporado.
Ya ni siquiera retengo tus recuerdos.
Soy libre.
Mi abecedario, mi alivio.
Lo irónico, la imagen.
Creo que ya me acostumbré a vivir súbitas destrucciones de pequeñas y decepcionantes idealizaciones bastante seguido. Y esa es mi virtud:olvido rápido y, por ende, me libero también fácilmente.
ResponderEliminarMe gustó la poesía.
Saludos.
Gracias...
ResponderEliminarA mi me siguen tomando por sorpresa las decepciones!